viernes, 12 de noviembre de 2010

Guatemala...un país agobiado por las cifras...

Guatemala es un país, con grandes riquezas. Todas ellas, ambicionadas por las grandes transnacionales que en este mundo globalizado. Cual buitres nos asedian por lo que es nuestro patrimonio, sin importarles un comino, nuestras necesidades, nuestro futuro y la brutal realidad que nos golpea diariamente. Y, peor aún para tan execrables fines cuentan con el apoyo de nuestras autoridades de Gobierno, (incluido el presidente y su gabinete), además del contubernio de la banca, los industriales, el organismo legislativo y el Poder Judicial que se hacen de la vista gorda, ante la debacle de este nuestro amado terruño. Inclusive, la Tricentenaria Universidad Autónoma Nacional la San Carlos de Borromeo, en otro tiempo, celoso guardián de los intereses de la mayoría de los guatemaltecos, se presta actualmente al juego de los intereses de los explotadores y oligarcas que expolian a la nación guardando un silencio cómplice.  Ningún gremio puede excluirse, pues hasta los periodistas con sus honrosas excepciones, han alquilado sus plumas para defender lo indefendible. Y, lo peor, este nefasto gobierno títere -así con minúscula- de la pareja presidencial, mas preocupados por enriquecerse a costillas del erario nacional para perpetuarse en el poder, que de resolver los problemas de fondo que han convertido a Guatemala en un ESTADO FALLIDO.

Basta darse cuenta de las cifras que agobian a nuestro país, para comprender la realidad que tiene de rodillas a la nación. Poseemos la  tasa más alta de Centro América de mortalidad infantil de 39 por cada 1,000 nacimientos vivos lo que nos coloca como la tercera más alta del hemisferio. La mitad de las mujeres guatemaltecas tienen hijos antes de los 19 años y 20% tienen dos o más niños al cumplir 18 años. Cuando cumplen 30, muchas mujeres han procreado siete u ocho niños. Y, ahora ávida cuenta del programa gubernamental Mi Familia Progresa la tasa de natalidad se disparó, pues la tasa de fertilidad es de 4.4 la más alta de Latinoamérica.  

Y a pesar de la tan cacareada reducción de la tasa de mortalidad materno-infantil, esta se ha incrementado pues el  uso de anticonceptivos entre las mujeres de 15 a 49 en unión es de 43%, la segunda más baja del hemisferio después de Haití. Además el uso de otros medios anticonceptivos a caído en desuso, pues la población para recibir la miserable ayuda que Mi Familia Progresa tiene como requisito que tener hijos menores.

Para colmo los datos de DPC (desnutrición proteico calorica), son espeluznantes: La tasa más alta de retardo en talla de las Américas y  49% de los niños guatemaltecos menores de cinco años tienen desnutrición crónica. Una alta tasa de mortalidad materna -- 153 por cada 100,000 nacimientos vivos  Solamente 41% de los nacimientos son atendidos por una enfermera o un doctor – también la más baja del hemisferio. Y, para completar este cuadro desolador, 5 de cada 10 niños padecen de desnutricón que va de leve,a  a severa.

Así las cosas, el dominio de la economía en el ámbito internacional por parte de las grandes corporaciones,  ha traido como consecuencia que las empresas netamente nacionales no puedan competir y que eso, a su vez, provoque un declive en cuanto a los gastos en desarrollo social o cualquier apoyo "altruista" a la gente.

Las empresas ya no invierten en ayuda social, no les interesa el futuro de estos niños que diariamente luchan en desventaja con la muerte. Y, es que somos un país lleno de   incoherencias, basta para ello ver un Wal Mart luciendo la opulencia de sus instalaciones, presumiendo los autos último modelo de los concesionarios mientras al otro lado de la ciudad entre el lodo de las calles del Guarda vemos champas al puro estilo popular donde la gente se empuja, magulla, grita, ofrece, compra y demás etcéteras. Mas al reflexionar sobre ello notamos que ese intercambio económico de nuestro mugrientos e insalubres mercados quedara en nuestras tierras; pero que de las "ofertas increíbles"  que Wal Mart ofrece y que se supone benefician al comprador  gran parte de ese capital que se intercambia en esa tienda irá a parar al extranjero pues sólo sirven para sangrar al pueblo para alimentar a los vampiros que lucran con nuestro dolor.

Y, es que en los cuatro puntos cardinales de la patria, podemos observar casos como el de Reny Paola López Chile, una niña que con once años de edad pesa treinta y tres  libras, mide ochenta centímetros y los daños que la desnutrición dejó son tales que son ya irreversibles. 

Ella al igual que gran cantidad de niños, los cuales tienen que resignarse a aceptar  su pobreza o tienen que salir a las calles a ganar la comida del día, prostituyéndose, pidiendo limosna o alquilándose para mendigar. Si estudian o no qué importa, la necesidad primordial es dejar contento al estómago y cuando no salga ni para eso, pues tendrán el refugio pasajero del thiner, el pegamento de zapatero o, incluso, si hay dinero, la marihuana. 

Esta parte de la vida cotidiana es la que muchos de nosotros no vemos o nos hacemos los locos para soportarla, pues como dijo el gran Moyas  (Miguel Angel Asturias, Premio Nobel de la Literatura) en Guatemala solo solo loco o borracho puede ya vivierse. Pues lo único que realmente nos interesa es nuestro entorno familiar que les suceda a nuestros compatriotas, no importa y nos interesa tener el  dinero con la cual los grandes consorcios comerciales lucran, pues sólo pretenden acallar sus conciencias diz que ayudando a resolver el problema con la donación de diez centavos por cada producto que vendan, en unos casos, o con la construcción de albergues, en otros casos. Con esto en nada remedian el problema fundamental, sólo dan migajas al que les a creado el pan.

En ese sentido  como escribió Eduardo Galeano: En América Latina resulta más higiénico y eficaz matar a los guerrilleros en los úteros que en las sierras o en las calles." Por eso no les interesa combatir la desnutrición y nosotros sus compatriotas, nos quedamos callados, inermes ante la desgracia de nuestros semejantes. Es vergonzoso realmente, incluso que aquellos que se llaman así mismos cristianos, solo estén empeñados en construir esos grandes edificios -herencias pastorales futuras para sus hijos e hijas- en lugar de practicar el verdadero cristianismo que nos exhorta a defender a las viudas y a los huérfanos. Pero como podemos pedirles peras a los olmos. Ellos están interesados en su propio enriquecimiento. Muchos de ellos no conoce ni los nombres de todos sus feligreses, pues lo único que esperan de ellos es su diezmo y sus ofrendas. 
Pero de seguro esa caterva de vividores y explotadores de la fe, ya tienen su recompensa. 

Yo, quiero hoy exhortarlos a que no sigamos haciéndole el juego a estos infelices, solo guatemaltecos preocupandose por otros guatemaltecos vamos a lograr cambiar el derrotero y las cifras.  Vamos a echarnos a cuestas a este remedo de nación que los politiqueros siguen esquilmando para vivir en la opolencia. Vamos a cambiar el futuro y el destino de todos estos niños y niñas que se están muriendo de hambre.  No es posible que no podamos desprendernos uno poco no de los que nos sobra, sino de donde nos abunda para compartirlo solidariamente con nuestros hermanos. 

Y, usted que amigo extranjero, usted que se come nuestros mejores mangos, papayas, naranjas y todas esas frutas exóticas que tanto disfruta. Usted también se beneficia de nosotros. No es posible que nos nos devuelva algo de lo mucho que esta nación enclavada en la cintura de América le ha enviado. No es posible que no se de cuenta que gracias a nosotros, a nuestra miseria y nuestro dolor. Usted goza de mejores precios y de los mejores frutos de nuestrs tierras. 

Solidaricese con nuestros niños, desprendase un poco de lo mucho o poco que según usted tiene que es mejor poco que una tajada de la  nada , nosotros solo con eso contamos. No se olvide de ayudarnos.


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