Guatemala, muy a pesar nuestro y
aunque nos duela se convirtió en un país subyugado, en la patria de los dominados, un nación de
ladrones, extorsionistas, corruptos y mentirosos, en donde salvo contadas y
honrosas excepciones, sus ciudadanos desconocen la ética y se carece de moral. Somos un país
sin justicia. En donde nuestros políticos
roban de manera descarada y cuyos funcionarios de gobierno son los principales
saqueadores del erario nacional. Una tierra en donde sus habitantes se hacen de
la vista gorda ante este inmisericorde desvalijamiento al que nos tiene
sometido el gobierno de turno. Mas todo eso a la gente no le importa, pues no
hace nada. Somos una nación en donde políticos y funcionarios nos mienten de la
manera más descarada. Y, peor aún no les
basta mentirnos nos ignoran, al extremo de que no les importa la vida que
llevamos los ciudadanos y menos aún nuestras familias, probado está que lo
único que les importa es el dinero que tenemos en nuestros bolsillos y pues de ellos sale el dinero para
sus depredaciones. En una palabra a ellos lo único que les importa es que te
jodas..
Y, sabe amable lector que no solo
se llevan el dinero a sus cuentas en el extranjero también nos roban la salud,
si a usted y a sus hijos, al desfalcar el Ministerio de Salud Publica comprando
medicinas con sobreprecio, nos hemos convertido en una nación en don hasta
nuestros derechos sociales han sido robados, somos un país en donde te roban
hasta el derecho a la educación, colocándolo
todo como pago para los amos de turno en el gobierno.
Por eso me dueles Guatemala
porque a todos, eso nos da igual, no nos
importa. Somos el país donde los jubilados
cobran salarios de hambre pues nuestra moneda a perdido su poder adquisitivo, en
pocas palabras ahora que según tengo entendido subieron la edad para jubilarse
a 70 años de seguro cobraremos una mierda de jubilación.
Somos el país en donde los
poderosos con sus billetes, se libran de la justicia, mientras que los pobres somos
condenados aún siendo inocentes y nos tratan como delincuentes, nos lanzan a la
calle sacándonos de nuestras casas porque no podemos pagar, las cuotas leoninas
con que los bancos nos dan financiamiento. Nos han abandonado y estamos a
merced de los usureros que los dirigen. Pues poco falta para que las
instituciones de crédito te quiten hasta
los calzoncillos, donde hasta morirse es caro.
Somos un estado, en donde los
medios de comunicación enmudecen y con su silencio cómplice no informan la
verdad, o manipulan la información con la que encubren la corrupción, una
nación en donde los medios están llenos de izquierdistas, que fomentan con sus
opiniones la anarquía y defienden con su retorica, un discurso trasnochado que
ya no cabe en pleno siglo 21. Periodistas que claman venganza por la derrota
sufrida en el campo de batalla y que han encontrado al alero de los medios como
el arma para desquitar su inquina. Y, por ello llaman a la confrontación como
ocurrió recientemente en una comunidad de San Juan Sacatepequez, en donde un
grupo de encapuchados supuestamente
miembros del CUC, asesinaron despiadadamente a menores de edad y sus padres. Y,
las autoridades encargadas, siguen indiferentes y en silencio sin realizar las
capturas pertinentes.
Guatemala es ahora un territorio
en donde la gente en lugar de ayudarse, se ríe del mal ajeno, al extremo de
humillar a los pobres volviéndolos dependientes de un sistema que no fomenta el
que seamos gestores de nuestro propio desarrollo, sino al contrario promueven la
mendicidad y provocando que la taza de explosión demográfica se incremente, al
darle dinero por sus hijos menores, en lugar de enseñarles un oficio que les permita un progreso real. En pocas
palabras no les permite ser gestores de su propio desarrollo.
Somos el país en donde pueden a
violar, robar, extorsionar o matar, a tu mujer, tu madre, tus hijos, incluso a nosotros
mismos, y aun así seguimos sin hacer
nada y hemos llegado al colmo de dar las
gracias, por las pisadas que nos dan.
Por eso me dueles Guatelinda. Por
eso sufro. Y, me pregunto hasta cuando vamos a dejas de ser un país de
castrados y vamos a mandar a la MIERDA, a quienes tienen al país en esta
debacle que nos está consumiendo.
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