miércoles, 12 de junio de 2013

UN NUEVO TIPO DE TERRORISMO



Cuando se rubricaron los Acuerdos de Paz en 1996, que se puso fin al  conflicto armado interno que por 30 años desangró a Guatemala. Y, fueron muchas las expectativas que la sociedad guatemalteca experimento pensando en ese nuevo ciclo de la historia que se avecinaba para nuestro país pero principalmente la aspiración de lograr una nación pacífica, próspera y unida, era parte de esa voluntad del pueblo guatemalteco.. La guerrilla y el Gobierno previamente a la firma de los Acuerdos de Paz, acordaron las condiciones necesarias, para que esto fuera posible. Y, la parte toral de esta condición para alcanzar la paz fue la creación de la Ley de Reconciliación Nacional. Sin embargo, quizá durante el proceso de los preparativos de la firma de los Acuerdos, nadie se percató de un garrafal error que el gobierno de entonces cometió. Y, fue que los gestores de los acuerdos de ambos lados,  eran nada menos que los mismos subversivos a quienes el Ejército de Guatemala había combatido. Pues por parte del Gobierno la comisión negociadora fue conformada por varios ex subversivos que habían logrado infiltrarse en el Gobierno en el gobierno so pretexto de la apertura democrática y de la falta de visión de los funcionarios del Gobierno de entonces,  que no vieron o no quisieron ver el garrafal error que cometían.
Y, es que las nuevas generaciones que no vivieron aquella época desconocen que el conflicto armado se había agotado política y militarmente desde los años 90, incluso las actividades terroristas de la subversión y las operaciones contrainsurgentes del Ejército fueron disminuyendo. Pero a diferencia del Ejército, la guerrilla, consciente de su derrota en el campo de batalla y la total  falta de apoyo de la población guatemalteca, decidió trasladar su terrorismo a otro campo. Para el que ellos sin duda  si estaban preparados: el terrorismo mediático. y más sofisticado y quizá menos ortodoxo pero, con un objetivo bien definido de fragmentar a largo plazo al estado Guatemalteco, puesto que restaurado el orden constitucional  con la promulgación en 1986 de la nueva Constitución, las condiciones para el abordaje de este tipo de terrorismo estaban dadas, a partir de su participación política. Para ello los teóricos de este nuevo tipo de terrorismo contaban con la preparación recibida para ello tanto por los soviéticos como por los cubanos, de cuyas fuentes se nutrieron este grupo de malos guatemaltecos. Más aún no pecaron de ignorancia  cuando eligieron la ruta a seguir a la cual se apegaron y continúan apegándose actualmente. Se pueden identificar por lo tanto las estrategias que están usando y que se orientan a  dos zonas de de acción: lLa utilización de la opinión pública internacional, la PRIMERA DE LAS ESTRATEGIAS TERRORISTAS, las que con el apoyo de países como Noruega y España, incluso Estados Unidos. Y organizaciones de corte izquierdista que con la fachada de ONG’s Pro-Derechos Humanos contribuyen económica y políticamente con ellos. Esta fue su máxima prioridad tanto a corto como a mediano plazo; y en el ámbito nacional, se aprovecharon del deficiente sistema de educación estatal guatemalteco, para influir en las nuevas generaciones  como parte de la estrategia a mediano y largo plazo.
Y es que como parte de esta estrategia desde 1986 la izquierda guatemalteca se sirvió la nueva Constitución, y abre bajo la dirección de Edgar Alfredo Balsells uno de sus nuevos frentes, la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO). Institución esta que valiéndose de las ciencias sociales y como objetivo a corto plazo comienza a manosear de manera vertiginosa y conveniente -para sus fines- la “investigación” de la historia reciente del país. Esta producción “académica” plagada de  falsedades y argumentaciones y sin ningún rigor científico encaja a cabalidad con las nuevas tácticas terroristas constituyéndose en uno de los principales reductos de la ex guerrilla guatemalteca (basta ver quienes integran el profesorado).Y para muestra un botón, esta institución  utiliza: “El marco teórico metodológico que ha servido como base fundante de las diversas publicaciones parte de lo legado por el marxismo”.(tomado de su página Web)


Y como parte de esta PRIMERA ESTRATEGIA del nuevo terrorismo  con el apoyo de los facilitadores de los procesos de la paz conformado por los gobiernos de algunos países europeos y norteamericanos. A través de la FLACSO se otorgan las becas al por mayor  a “estudiantes desfavorecidos de escasos recursos económicos” (previa y cuidadosamente seleccionados por sus tendencias) para posgrados en antropología, en universidades noruegas, españolas y estadounidenses.  Lo que redunda en que nuestro país experimente un boom en doctores en antropología estos a su vez son los responsables de  la preparación de los libros de texto sobre las ciencias sociales para las escuelas públicas y privadas, ocupando además cátedras en universidades nacionales y extranjeras, siendo asimismo los que realizan “peritajes” forenses,  dan asesorías etc. Y, por supuesto, llenan las estanterías de las librerías (más extranjeras que nacionales) con una exagerada producción “investigativa” publicada con fondos de los gobiernos-facilitadores y por las editoriales extranjeras. Como parte de esa misma estrategía los guerrilleros han admitido ante los medios de comunicación guatemaltecos que conseguir el premio Nóbel para Rigoberta Menchú fue una maniobra de la guerrilla que necesitaban los recursos.  Aunque la premiada traicionó a la guerrilla en lo relativo a las finanzas (comenzando por la comunista francesa Elizabeth Burgos, quien es la verdadera autora del libro Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la Conciencia… y a quien la premiada ni siquiera mencionó cuando recibió en Oslo el dichoso premio, y, que dicho sea de paso, por alguna razón Menchú pone este libro en su bibliografía sin ser su autora. De manera que los promotores de la entrega del premio no consiguieron que la Menchú permitiera a la guerrilla disponer del premio. Incluso otros que también se sintieron traicionados fueron los propios paisanos de la nobel, que no lograron que ella invirtiera lo ganado con el nobel en la mejora en sus pueblos, ni mucho menos que utilizara los recursos que a través de su Fundación a logrado y sigue logrando. Mismo que han servido solo para su propio beneficio. Lo que si ocurrió fue que el Nobel le abrió las puertas mediáticas. Pues la doctora Menchú es noticia allá donde ella  vaya, es conferencista en las universidades, experta en conflictos indígenas y no sé cuántas cosas más. Constituyéndose pues en la figura idónea para la formación de la opinión pública internacional.
La SEGUNDA ESTRATEGIA usada por esto malos guatemaltecos es la victimización institucionalizada. Pues  muy sagazmente los guerrilleros que negociaron la paz en Guatemala - no debemos olvidar que esta negociación fue de la guerrilla, con la guerrilla-, consiguieron introducir en los artículos de amnistía en la Ley de Reconciliación Nacional que les favorece a ellos pues en la ley de amnistía se decreta la extinción total de la responsabilidad penal por los delitos políticos cometidos en el enfrentamiento armado interno, pero organizan un extenso espacio  creado con la finalidad de vengarse de la vergonzosa derrota sufrida a manos del Ejército Nacional y del Estado de Guatemala en general note usted amigo lector lo parcializado de este articulo: Artículo 8.-La extinción de la responsabilidad penal a que se refiere esta ley, no será aplicable a los delitos de genocidio, tortura y desaparición forzada, así como aquellos delitos que sean imprescriptibles o que no admitan la extinción de responsabilidad penal, de conformidad con el derecho interno o los tratados internacionales ratificados por Guatemala. Con este articulo Guatemala se adhiere a los “tratados internacionales” prácticamente sin firmar los mismos siquiera.
Esta estrategia de la victimización institucionalizada se implementa en varios países  en el mundo y especialmente en Noruega, Suecia, Holanda y España por lo que pasados 4 años de “perdón y amnistía”, en el año 2000 Rigoberta Menchú, con el apoyo de sus camaradas españoles y con la logística cubana, da inicio a la primera gran ofensiva contra el Ejército y el Gobierno Guatemalteco en las cortes penales de España al enjuiciar a “los responsables del genocidio” ocurrido en Guatemala. Varios años después, esta iniciativa fue desestimada  sin embargo, el objetivo no era tanto el enjuiciamiento sino el lograr que la opinión pública internacional apoyara e interviniera como en el caso específico de Suecia, Cuyo embajador solicitó a su país dinero para lograr la liberación de los “presos políticos”, todo mediante el uso de las imágenes de los horrores del conflicto armado, presentadas por Menchú y demás “víctimas” en la prensa europea, mexicana, estadounidense que se enraizaron en las imaginación del público de allá y la palabra Guatemala se asoció fuertemente con los conceptos de genocidio e injusticia, violaciones a los derechos humanos y guerra. Creándose además  organizaciones no gubernamentales en su mayoría dedicadas a la defensa de los derechos humanos. Sostenidas con la fluyente e inagotable ayuda económica internacional no fiscalizada por ningún órgano de ningún estado. Dineros que en su mayoría fueron a parar a los bolsillos de los exguerrilleros,  Que financiaron sus incipientes carreras políticas para tomar por asalto al Estado guatemalteco.
Mientras los objetivos de las estrategias anteriores ocurrían, los exguerrilleros, disponían  las condiciones adecuadas para iniciar la ofensiva dentro de Guatemala. Para ello desde la década de los 90  hasta la actualidad han obtenido espacios políticos en los gobiernos que se han sucedido desde esa fecha. Llegando al Congreso de la República, cooptando los  órganos de justicia (tanto el MP como la Corte Suprema. Llegando incluso a la prensa nacional. Los exguerrilleros se infiltraron en la Comisión de Esclarecimiento Histórico (CEH) y otras organizaciones semejantes que “registraron” sin ninguna solidez estadística o científica los más de doscientos mil muertos del conflicto armado, datos que bien manipulados terminaron por  horrorizar al mundo. Al proporcionar una  información torcida sobre Guatemala, y que regresó all país desde el extranjero suministrándole  así una veracidad y objetividad de la cual carece, dándole a la muerte de algunos clérigos “defensores de los derechos humanos”, que no sería remoto hubiesen sido asesinados como parte de este complot contra el Estado guatemalteco, y que han permitido dominar la mente del público no solamente nacional -en su mayoría joven e idealista- sino también la extranjera. Podría entonces asegurar que el espacio de la ofensiva final de la guerrilla está listo. Basta para ello notar el aparecimiento de un sinnúmero de los columnistas exguerrilleros o simpatizantes que manejan las noticias con sus editoriales la opinión tanto nacional como local, Pues se sabe de pseudoperiodistas que desde la provincia con sus incendiarios editoriales inclinan la balanza de la opinión pública local, en sus respectivas comunidades. Y desde la  prensa nacional en donde de manera tímida en sus inicios y ahora con más fuerza (y más apoyo internacional), exigen castigar a los “genocidas”, repitiendo como loros los sofismas bien elaborados sobre “el exterminio de pueblos indígenas”, “racismo”, “discriminación”, etc.
Es necesario que la gente pensante de Guatemala este alerta. Que estén atentos a este nuevo tipo de terrorismo mediático que se cimenta en el primer fundamento del conocimiento humano bien conocido desde la segunda Guerra Mundial en la que el Ministro de Propaganda de Hitler Goebbels, expreso que una mentira mil veces repetida termina convirtiéndose en verdad Este sofisma a echo suyo por todos los propagandistas: Ellos saben que la primera información que recibe el destinatario es la más fuerte y quedará en la mente por siempre. Las respuestas que ahora el Ejercito o el Estado de Guatemala puedan dar se considerarán justificaciones por ello este es un llamado a la sociedad guatemalteca e estar alertas ante esta nueva ofensiva de la guerrilla.


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