lunes, 29 de septiembre de 2014

Apuntes sobre la verdadera historia de Escuintla.




Bernal Díaz del Castillo escribió una larga relación de la conquista de México y las regiones vecinas, en su  Historia verdadera de la conquista de la Nueva España.  En ella escribe que Pedro de Alvarado llegó a Guatemala a principios de 1524 al mando de una fuerza mixta compuesta de conquistadores españoles y sus aliados nativos, en su mayoría de Tlaxcala y Cholula. Quienes meses antes habían sofocado la sublevación del Cacique Tehuantepec, en la zona costera de lo que ahora se conoce como el Estado de Chiapas. Una vez sofocada la revuelta, los sublevados dijeron a Alvarado que más al sur existían ricos pueblos. De manera que regresó al lado de Hernán Cortez y este le autorizó el viaje. Alvarado emprendió viaje a finales del año 1523 y llegó a lo que hoy es la república de Guatemala a principios del año 1524.
Internándose en territorio guatemalteco, por la franja costera  que de lo que hoy es el municipio de Tecún Umán, San Marcos. Sometiendo a todos los pueblos que encontró en su camino, para finalmente llegar a lo que hoy es Quetzaltenango, en donde luego de enfrentarse al Cacique Tecún, en la batalla de Olintepeque fundó la Villa de Salcaja que fue la primera ciudad fundada por los españoles. Luego pasó a territorio Zutihil y una vez derrotados estos los Zutuhiles vieron la oportunidad de deshacerse de sus antiguos enemigos los Pipiles de Escuintla. Y, pusieron en antecedentes a Don Pedro sobre la existencia de Panatepec (Entre cañaverales. Que hace referencia a  la abundancia en aquel tiempo de caña o vara de Coyote).
Alvarado guiado por los Zutuhiles llegó hasta lo que es hoy el valle de Almolonga en Antigua Guatemala. Y bajó por lo que hoy es la carretera que de Escuintla conduce a la Antigua Guatemala. Llegó al sitio hoy conocido como el Rodeo y de allí por el camino que conduce de ese lugar hasta lo que hoy es Siquinalá descendió hasta el antiguo emplazamiento de Panatacat al que los Tlaxcalas que acompañaban a Don Pedro de Alvarado denominaron Iztcuintlan o Iztcuintepeque (Cerro de los tepezcuintes, dada la abundancia de los mismos en la zona.).
Alvarado llegó al poblado la noche del 6 de mayo del año 1525, llovia torrencialmente y ninguno de los pobladores de la antigua Panatacat, se aventuraba a salir. Incluso los centinelas se guarecían del aguacero y habían dejado sin vigilancia la población. Por lo que solo se percataron de la presencia de los españoles, cuando ya era demasiado tarde. Pues habían invadido la plaza principal. No obstante combatieron valiente y fieramente a los invasores durante tres largos días. Acabando con la vida de varios españoles y cientos de Tlaxcaltecas.
Sin embargo la mañana del día 9, Alvarado envió mensajeros a los pipiles amenazándolos con quemar sus sembrados. (Maíz, cacao, frijol). Estos al ver amenazados los alimentos de sus hijos y de ellos mismos accedieron a deponer las armas. Alvarado entonces paso a cuchillo a los líderes de los pipiles. Asesinando a cientos de ellos, para después incendiar la ciudad.
Alvarado por este evento fue sometido a un Jucio de Residencia. (El juicio de residencia fue un procedimiento judicial del derecho castellano e indiano, que consistía en que al término del desempeño de un funcionario público se sometían a revisión sus actuaciones y se escuchaban todos los cargos que hubiese en su contra. El funcionario no podía abandonar el lugar donde había ejercido el cargo, ni asumir otro hasta que concluyese este procedimiento. Generalmente el encargado de dirigir el proceso, llamado juez de residencia, era la persona ya nombrada para sucederle en el cargo. Las sanciones eran variables, aunque frecuentemente consistían en multas.)
Quien promovió dicho juicio fue Fray Bartolomé de las Casas, dada la crueldad con que Alvarado había actuado contra los pipiles. Además del incumplimiento de parte del mismo de un procedimiento que se conoció como Requerimiento de indios (fue un texto español, creado en el contexto de las Leyes de Burgos y usado durante la conquista de América, que debía ser leído a viva voz por los conquistadores a grupos, asambleas o autoridades de los pueblos indígenas, como procedimiento formal para exigirles, bajo explícita amenaza de guerra y esclavitud, su sometimiento a los reyes españoles y a sus enviados (los conquistadores). Esta exigencia a los indígenas era argumentada en el texto apelando al derecho divino, que, de acuerdo a las creencias católicas, se había oficializado con la entrega de las tierras americanas a la monarquía española por parte del papado.). Mismo que no se cumplió en el caso de Escuintla. Este la invadió calladamente y sin ejecutar la petición de que se entregaran.
Desafortunadamente, este en apariencia primer juicio por derechos humanos conocido en América, no pudo concretarse. Pues Alvarado fue convocado a Mexico la capital de la Nueva España, para ser enjuiciado sin embargo mientras viajaba fue informado de una  rebelión indígena en la zona de Jalisco, decidió acudir en ayuda de sus coterráneos conquistadores. En una retirada, en el Peñol de Nochistlán, el caballo del escribano Baltazar Montoya se resbaló, cayó encima de Alvarado y lo arrastró por una ladera. El conquistador español quedó tan mal herido que falleció a los pocos días, muriendo en Guadalajara el 4 de julio de 1541.

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