En esta nuestra Guate bolas, abundan los guatemaltequismos y hay uno, con el que la mayoría estamos familiarizados pero que con el tiempo se está perdiendo. La palabra Chonte y la traigo a colación pues hace apenas unos días vino a visitarme un buen amigo que es eso Chonte. Pero para algunos que andarán en gallo por lo de la palabreja déjenme contarles que es lo que significa un Chonte.
La palabra es un término peyorativo que se utiliza para designar a un servidor público, comúnmente conocido como POLICÍA NACIONAL CIVIL. Antes se les conocía también como "Pitufos" dado el color de sus uniformes. (Por aquello de pequeños suspiritos azules) Ya que usaban camisa celeste y pantalón azul. Esos que de "pitufos" no tenían ni droga, eran unos hijos de la chingada, mordelones, transas y lo peor la mayoría de ellos ya se había echado al pico saber a cuantos guatemaltecos durante la época del conflicto armado, tal como lo demuestran los archivos encontrados en un lugar conocido como "La Isla" en las instalaciones de la Escuela de la Policía Nacional Civil, en la zona 6.
Los más hijos de la chingada eran los cuates del tristemente célebre "Comando Seis" esos pizarrines, se encargaban de darle aguacate a medio mundo ese era en pocas palabras su chance.
Sin embargo con "la firma de la paz firme y duradera" (por cierto que lo único duradero de esa mentada paz, han sido los hueveos que los gobiernos han hecho en su nombre). Como parte de los acuerdos de Paz (todavía me pregunto de que paz hablan esos mentados acuerdos) se creó nuestra eficiente, honrada, fibruda, técnica-científica y muy diahuevo, Policía Nacional Civil actual. Y, de ella les quiero hoy hablar un poquito.
Empecemos por decir que cuando estos cuates se gradúan les dan un "cuete" (arma de fuego tipo pistola. -Las aclaraciones las hago dadas las quejas de una amable lectora en cuanto a los términos coloquiales, guatemaltequismos y caló utilizado-) dos uniformes, un par de zapatos, municiones, (no muchas porque se gastan) una gorra, un cinturón y no sé que otras "chivas" que les entregan al graduarse.
Pero aquí empieza lo bueno... nuestros recién graduados agentes del orden público, si desean hacer prácticas de tiro, para tener pulso y atinarle a los delincuentes tienen que comprar las municiones de su bolsillo. Mientras los delincuentes disponen hasta de polígonos particulares en el fondo de los barrancos de la periferia de la ciudad, para la práctica de tiro. Además de todas las municiones necesarias y la asesoría de ex-miembros en algunos casos de las fuerzas especiales del ejército. O sea que los angelitos de las "maras" (grupo de hijos de puta desalmados que aterrorizan a la población) y de los grupos delincuencias son entrenados para disparar desde carros en movimiento o como franco tiradores en fin dominan todas las especialidades de tiro. (Por cierto, no sé cómo, no se le ha ocurrido al Comité Olímpico, contratar a algunos sicarios para que participen en la especialidad de tiro en las próximas Olimpíadas de seguro en eso ganamos medalla de oro)
!Ahhh...¡ pero eso no es todo, imagínese usted amigo lector que en el remoto caso de que tenga que disparar, para defender su vida. Nuestros sufridos agentes, tienen que esperar a que los delincuentes disparen primero, porque en caso contrario pueden ser consignados a los tribunales de justicia. Y, si por casualidad tienen que "quebrarse" a algunos de esos angelicales guatemaltecos. Mientras se averigua la van a parar al bote. Y, allí no acaba la cosa, tienen que hacer un detalle de las balas empleadas y justificar y reponer las mismas de su sueldo.
Y, el colmo cuando uno de los dos uniformes que les dan al egresar de la academia se estropea, rompe, gasta o algo por el estilo. También tienen que comprarlo de su bolsa. Y, si deciden retirarse de la institución, para que les den la solvencia, tienen que devolver, el arma, las municiones, dos uniformes. Por cierto, se ha dado el caso de agentes que se han convertido en detectives de la institución y como estos tienen que andar de particular, regalan sus uniformes a los que si los usan y para la solvencia tienen comprar los uniformes cuyo precio oscila entre 700 y 1,200 quetzales porque sino no hay solvencia.
Otro problema grave, es que desde la aparición de las ONG's y organismos dedicados a velar por el respeto a los derechos humanos. Los problemas de nuestros amigos los "chontes" se han incrementado. Fíjese que esos cuates de los Derechos Humanos, con tal de justificar sus salarios en dolaritos que les vienen del extranjero. Velan por los "derechos", pero de los delincuentes, porque de las victimas jamás. Fíjese usted que están presentes en la mayoría de arrestos de casos de alto impacto. Velando porque los policías educada y civilizadamente capturen a semejantes bestias deshumanizadas. Y, si rescatar a un secuestrado se trata deben pedir permiso para entrar a la casa, cortésmente y con toda la educación del mundo. Se les olvida que esos desgraciados los van a recibir y no precisamente con besos, abrazos y apapachos. Sino a plomazo limpio.
Pero...No todo termina ahí nuestros sufridos chontes, no tienen pisto ni para la gasolina. El clavo es que desde el año pasado les fueron retirados alrededor de 648 millones de quetzales que fueron transferidos a otros programas del Gobierno. (Para ser claros el programa de Cohesión Social) Mismo que ha engullido grandes cantidades de los presupuestos de otros ministerios. Y, lo más grave es que una de las dependencias más afectadas del presente gobierno es la Policía, pues cada vez que necesitan dinero le quitan a esta institución. Según datos proporcionados por el Grupo de Apoyo Mutuo, solamente en lo que va de este año le quitaron 200 millones de quetzales. Entonces hay razón de que los nuestros amigos los chontes anden por la calle de la amargura. Y para colmo, no solo el mismo estado le quita su presupuesto. Hay por ahí un ex-ministro ahora prófugo de la justicia. Porque el angelito se huevió una millonada que supuestamente iba a servir para compra de combustible. Con razón cuando necesitas un auto patrulla de la policía nunca llegan porque no tienen combustible, o están descompuestas en un taller. Que huevos...
Pero qué decir de los están jalados, en el bote en la zona 18 y sometidos a proceso, principalmente los ex directores, algunos oficiales, todos por transas, por andar metidos en hueveos de drogas, sicariato (del que está acusada una ex vice ministra y ex directora de la tira, que por cierto. Como es hermana de uno de los funcionarios más poderosos del actual gobierno, ni chance de que le hagan ni pura estaca).
Y, lo que voy a compartirles a continuación llora sangre. Hace apenas unos días, nuestro jananisimo Señor Presidente, salió en los medios de comunicación indicando que les estaba dando un aumento de sueldo a la chontada. Pero que pajero el cuate este, ni hubo aumento ni habrá, el estado no tiene fondos y el Ministerio de Desgobierno menos, pues gracias al saqueo al que han sometido a este ministerio, no cuenta con los recursos necesarios ni para comprar agujas. Mucho menos armas nuevas o municiones para los agentes y eso no lo digo yo lo dijo en reciente entrevista el periodista Menocal que el aumento deberá esperar para el año entrante que tal. No si al paso que vamos los pobres chontes pronto andarán patrullando las calles con una honda, piedras o bodoques de barro cocido.
Ala grunn...y es que el problema ahorita es encontrar los mecanismos que refuercen el trabajo operativo en la Policía Nacional Civil (PNC). Pues con los sueldos de hambre que les pagan, la falta de equipo, la carencia de liderazgo y de una carrera policial, que permita la formación de cuadros adecuados. La PNC, seguirá con el rumbo extraviado.
Todos sabemos de la corrupción que impera en esa dependencia del Estado. Que en su gran mayoría todos los chontes son corruptos. Pero es necesario también aclarar que existen honrosas excepciones, pues de que hay policías honrados los hay. Ojalá que no sea demasiado tarde para enmendar el rumbo. Ojalá que la inclusión de la señora Mack como Comisionada Presidencial para la reforma de la PNC., sea provechosa y que esta honorable defensora de los derechos humanos no se halla plegado ya a los intereses políticos del señor presidente (así sin mayúsculas porque es un presidentito). Y, la pena es que como dice el refrán: " Si no puedes vencerlos úneteles". Ojalá que no, que no se haya convertido en una más de los que Se hacen de la vista gorda. Tengo la esperanza de que la honorabilidad de esta dama (que nunca debió prestar su nombre y reputación para hacerle el juego al gobierno y que la opinión pública tanto nacional como internacional creyera que de verdad se está haciendo algo por enmendar los yerros de esa dependencia del Estado.
Y, usted amigo lector, por favor no culpe a la policía de no hacer las cosas bien. Quien en esas circunstancias estaría dispuesto a sacrificar su vida por una institución que no se preocupa, ni ofrece garantías a sus empleados. Creo que nadie, la próxima vez que juzgue usted el actuar de un agente del orden público, recuerde que el también es pueblo. Que también es un padre de familia, un hijo, un hermano un esposo a quien esperan en casa. Y, cuya vida pende de un hilo en este sucio juego político en el que se ha convertido la seguridad en el país.
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