La última vez que escribí para este mi blog, fue el nueve de mayo, justo un día antes del asesinato del licenciado Rodrigo Rosemberg Marzano. El domingo por razones de trabajo no pude publicar un cuento en el que vengo trabajando ya hace algunos días, como era mi intención. Sin embargo el día lunes al igual que muchos guatemaltecos, también me quede estupefacto ante las declaraciones del licenciado Rosemberg, que conmovieron no solo a Guatemala sino al mundo entero. Y, he pasado cinco días meditando y tratando de digerir no solo la noticia en si, sino el video, las noticias relativas al hecho aparecidas en la prensa local y las opiniones de los editorialistas de diferentes medios.
Por ello me perdonan si hoy no escribo con el desenfado con que acostumbro, hoy, deseo sumarme primero a los innumerables guatemaltecos, que han expresado sus condolencias a la familia del Licenciado Rodrigo Rosemberg Marzano. Patentizandoles el dolor que nos embarga a la mayoría de guatemaltecos bien nacidos, por la irreparable pérdida de un guatemalteco honrado, digno y por sobre todo heroico, que cayó víctima de las fuerzas oscurantistas, que mantienen secuestrado al Estado de Guatemala.
Guatemala está de luto y no es para menos, son muchas vidas valiosas las que se pierden a diario a lo largo y ancho de todo el país. Y, digo valiosas porque todos los nacidos en esta tierra bendita somos inapreciables como seres humanos, sin importar lo sencillo de la labor que desempeñemos todos, absolutamente todos con nuestro trabajo, contribuimos de una manera u otra a construir este proyecto de nación con nuestro trabajo tesonero.
Sin embargo ante el alevoso asesinato del licenciado Rosemberg -Que espero no quede impune como tantos otros- y las extrañas circunstancias que rodean su deceso. Considero que las autoridades encargadas de estas investigaciones, indaguen a profundidad el caso, para desenmascarar tanto a los autores intelectuales, como a los autores materiales del crimen. Porque aunque es innegable que este atentado fue ejecutado por unos desalmados sicarios, es indudable que fue planificado por otras personas, que perseguían acallar las denuncias de quien fuera el abogado del prominente industrial y agricultor Khalil Musa y de su hija Marjorie Musa de Hildebrand, ambos también asesinados pocos días antes.
Escribo a sabiendas de que este gobierno, pretende acallar la libertad de expresión como quedó ya demostrado con el arresto del Twitter, quien por ejercer su derecho de libre expresión del pensamiento en menos de 24 horas fue detenido. Y que yo, al igual que muchos blogueros guatemaltecos que nos ocupamos en expresar nuestra opinión como lo garantiza nuestra Carta Magna sobre la realidad de esta nuestra Chapinlandia. Estamos expuestos en este momento a ser víctimas de los estados viscerales de nuestras autoridades e irla a parar al bote, simplemente por no estar de acuerdo con sus acciones. Ojala que con esa misma celeridad con que consignaron al Twitter, consignen a los autores de tan execrable crimen. Y, por mis opiniones no sea otra víctima más del sistema.
Se que el día de mañana serán muchos los guatemaltecos que estarán presentes en la Plaza Italia, para manifestar su repudio ante este negro capitulo de la historia de Guatemala. Este es el escándalo del siglo, nunca antes y a pesar de que otros gobernantes fueron directa o indirectamente responsables de la muerte de otros guatemaltecos. Ninguno había sido acusado abierta y directamente menos por la misma víctima.
El gobierno y especialmente el ciudadano Presidente, se han dado a la tarea de descalificar no solo la autenticidad del video, audio y escritos dejados por el difunto licenciado Rosemberg, sino la veracidad de las declaraciones hechas por él. Además de todas aquellas opiniones que le son favorables al difunto. Sin embargo es difícil creer que un hombre de su talla, intelecto y principios morales se haya prestado para una confabulación y menos aún para auto inmolarse por dicha causa.
Creo además, necesario hacer un llamado a la prudencia a quienes asesoran al ingeniero Colom, para evitar la confrontación el día de mañana con quienes se reunirán en la Plaza Italia. Hay que evitar a toda costa el inútil derramamiento de sangre. Es necesario obrar con cordura en esta coyuntura. Pues es censurable, aunque se justifique, que el llamado "gobierno de la solidaridad" esté gastando tanto dinero del Estado o del pueblo para cubrir estos gastos para "acarrear" manifestantes en su favor y los Q.20 mil diarios que, según ha informado el Secretario de Comunicación Social, Ronaldo Robles, está pagando la dependencia a su cargo por la pantalla gigantesca y los enormes y poderosos altavoces. Pareciera que el gobierno tiene cola que le pisen y por eso desea acallar las críticas a toda costa.
Este llamado también lo hago a los líderes que convocaron a las concentraciones de mañana. Guatemala, no necesita más confrontaciones. Guatemala requiere de un proceso de paz y sobre todo de JUSTICIA. Y, no debemos olvidar que si queremos vivir en un Estado de Derecho, no es bueno que se esté rompiendo la institucionalidad a cada rato, como se pretende ahora. En mi modesta opinión el gobierno está llevando las cosas por el camino equivocado al propiciar la confrontación popular convocando con carácter de obligatoriedad a los empleados públicos para que respalden en la manifestación de mañana al gobierno. Prueba de ello es que a todos los maestros por contrato del MINIEDUC, se les amenazó con suspenderles el contrato si no se presentaban el día de mañana a manifestar a favor del gobierno.
Por ello, nuevamente llamo a la cordura a ambos bandos. Pues creo francamente que a pesar de lo enternecedoras y trágicas que son las imputaciones hechas por el licenciado Rosemberg, hasta el momento no existen pruebas legales y contundentes de sus acusaciones y de acuerdo con lo que estipula nuestra Constitución, nadie puede ser declarado culpable sin que antes haber sido oído y vencido en juicio. Es imperativo si, el investigar todo lo que en el video manifiesta el licenciado Rosemberg hasta que no quede sombra alguna de duda.
Por lo demás no me queda más que pedirles a la familia y amigos del difunto licenciado Rosemberg Marzano, que tengan cristiana resignación ante tan irreparable pérdida. Al pueblo de Guatemala, solicitarle que este atento a todo lo que ocurra alrededor de este caso y si las circunstancias lo llegasen a requerir defender la institucionalidad de nuestra incipiente democracia.
A los líderes de la oposición, que estén expectantes, que jueguen un verdadero rol de oposición y exijan a las autoridades responsables el efectivo esclarecimiento de este hecho de sangre, no importando quien o quienes resulten ser los culpables de tan despreciable crimen.
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